¿Por qué los buenos empleados se desmotivan?

¿Por qué los buenos empleados se desmotivan?

Muchos gerentes generales y altos ejecutivos de las corporaciones se preguntan constantemente las razones por las cuales sus colaboradores eficientes y de alto rendimiento, de pronto, muestran una tendencia totalmente contraria.

Según estudios realizados, las situaciones y conductas que más desaniman al personal de una empresa son la  falta de oportunidades de crecimiento, el incumplimiento de las promesas y la desigualdad en el trato.

Otros factores que disminuyen, también, el entusiasmo de un trabajador son cuando éste es asignado a un puesto que no le interesa o cuando el estímulo salarial así como el reconocimiento y el estatus son escasos.

Situaciones que desmotivan a los empleados:

Promesas incumplidas: Una situación clásica de promesas incumplidas es cuando un gerente le dice a sus colaboradores lo siguiente: "Mira, la empresa está creciendo, esperamos contratar personal y los más antiguos podrán ser supervisores". Sin embargo, pasan los meses e incluso los años  sin que nada ocurra.

Otro caso es cuando le promete un aumento próximo y al llegar a la fecha tope la respuesta es: "Sí, el aumento viene, pero vamos a dejar que pase un tiempo, mira que bajaron las ventas".

Cuando este tipo de excusas se hacen frecuentes, el personal va perdiendo la confianza en las promesas que se le hacen y en las posibilidades en la empresa.



Falta de oportunidades: Una costumbre extendida en los ambientes empresariales y que, tal vez, sea la causante de mayor desmotivación  es la contratación  de nuevo personal externo para posiciones de jerarquía, sin permitir a  los empleados de la empresa apliquen para el puesto.

El caso contrario es, igualmente, nocivo y es cuando, por ejemplo, el  gerente le pide al supervisor que aplique para el puesto vacante de director de servicios generales sin tomar en consideración si el supervisor desea o no asumir esas nuevas responsabilidades y luego, para no quedar mal, el supervisor accede sin mucho ánimo.

Exponer a una persona a un puesto que no le interesa le genera frustración, y la empresa pierde su talento en otras labores.

Es importante, para no cometer este error, que antes de promover a un colaborador se evalúe su personalidad. Algunas personas rinden al máximo en un lugar de trabajo aislado, donde tienen menos contacto con otros colegas, pero, si las exponen a puestos de liderazgo donde deben atender personal, probablemente no van a rendir igual.

Por otro lado, si el empleado está genuinamente interesado en ascender, pero no tiene todas las habilidades para el nuevo puesto, es necesario capacitarlo. 

Siempre resulta una buena medida en el ámbito de los recursos humanos tomar en consideración para una posición vacante a los  aspirantes internos (genuinamente interesados por el puesto) y  luego a los externos. 

Falsas expectativas: Un caso clásico de falsas expectativas es cuando se contrata a un aspirante con una hoja de vida impresionante y se le promete: "Usted será el jefe del departamento". El primer día de su trabajo se da cuenta de que el departamento es él y un asistente.

Otra forma fácil de desmotivar a un trabajador involucra decirle: " Aquí está su oficina, y le deseamos éxito en el desempeño de sus funciones”, sin indicarle con claridad cuáles serán sus nuevas funciones.

Es  necesario siempre darle un proceso de inducción a una persona que desempeñará una nueva posición en la empresa aunque el trabajador tenga años laborando allí, ya que es necesario que él sepa con claridad lo objetivos del nuevo puesto.

Falta de apoyo y comunicación: Todo empleado necesita acudir a  un supervisor o jefe para ser escuchado en caso de dudas o cuando se requiere corregir alguna situación anormal.

En ocasiones un empleado advierte a su jefe que un proyecto necesita ciertas modificaciones, pero su observación no es tomada en cuenta y  finalmente el proyecto sale mal.  Incluso es probable que el jefe le diga: "usted no me dijo que esto estaba mal".

Cuando esto ocurre varias veces, el empleado puede desalentarse al punto de cerrarse y decir frases como las siguientes: "para qué le voy a decir que existe un error sino me hará caso”, “no me importa lo que pase".  Por ello,  el trabajador dejará de estar comprometido con el éxito de la empresa y es que ¿Cómo se puede seguir adelante con entusiasmo si nadie lo apoya, nadie lo escucha, ni nadie le interesa sus observaciones?

 Reconocimientos vacíos: Los reconocimientos ayudan a que las personas se sientan motivadas en la realización de sus funciones dentro de las empresas.

Sin embargo, es necesario tomar en cuenta la forma cómo se hacen los reconocimientos, no se deben hacer por simple costumbre.   En muchas empresas colocan un cuadro con la foto del empleado del mes en la recepción, pero resulta que siempre es el mismo empleado o el gerente le entrega al empleado su reconocimiento y se toma la foto y después ni lo saluda.

El saber los nombres de las personas, el agradecerles o elogiarlas de manera genuina, es un reconocimiento importante.



Para ti no, para ellos sí: Un ejemplo común de situación desmotivador es cuando una empresa anuncia que ha decidido recortar gastos y que no habrá más aumentos e incluso sólo habrá café en la mañana para los empleados (si se acabó no se hace más).   Sin embargo, se contrata a nuevo personal con altos salarios y se mantienen los privilegios a los ejecutivos internacionales.

Los empleados percibirán estos detalles como injusticias, y dirán que, para ellos no hay beneficios, pero para los otros sí, lo cual irá enardeciendo el ambiente laboral.

Otro caso es cuando un empleado se queda hasta altas horas de la noche para cumplir con un proyecto, pero al día siguiente llega tarde y se le descuenta automáticamente del salario.

 ¿Qué se puede hacer desde el punto de vista de la gerencia?

Es necesario que los jefes directos reconozcan el esfuerzo de su personal  y eviten que ellos piensen que su trabajo no es reconocido.

No se debe tratar de motivar a un empleado que se encuentra desmotivado sin resolver antes las razones por las cuales se siente así.  Los jefes deben investigar al respecto y tratar de darle una solución.


En  resumen, es importante que los gerentes y ejecutivos analicen bien sus acciones y consideren a sus subalternos con el fin de evitar matar en ellos la motivación tan necesaria para alcanzar los objetivos de toda empresa.

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